30 jul 2012

UN DÍA, EL BURRO DE UN CAMPESINO SE CAYÓ EN UN POZO

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo.

El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de sacarlo sin exito. Finalmente el campesino decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.

El burro se dió cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego para la sorpresa de todos, se tranquilizó. Despues de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increible…

Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba…..mientras los vecinos seguian echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba.
Pronto todo el mundo vió sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…

La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra… El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. 



El buen caminante sabe que cada obstáculo es una oportunidad para superarse y crecer, un aprendizaje vital que permite ponernos a prueba y alcanzar nuevos horizontes.

Al final la belleza de la exitencia reside en ese vaivén entre días excelentes, regulares y malos. Las almas felices saben apurar los placeres, bendencir la calma y relativizar los sinsabores.

Viajamos por una gran montaña rusa en la que a veces estamos arriba y a veces abajo. Los malos momentos permiten apreciar los buenos y a la inversa.

Francesc Miralles

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